El Virus del Nilo Occidental (VNO) es una enfermedad zoonótica que se transmite principalmente a las personas a través de la picadura de mosquitos infectados, generalmente del género Culex. Desde su identificación en Uganda en 1937, este virus ha emergido como un desafío de salud pública en muchas regiones del mundo, incluidas Europa y América. Sólo en Andalucía, se registraron a lo largo de 2024 más de un centenar de contagios y 11 fallecidos, motivo por el cual la Junta, a través de la Consejería de Salud y Consumo, intensificará en 2025 las medidas de vigilancia frente al virus del Nilo Occidental (VNO) en todo el territorio andaluz.
En este artículo explicamos qué es y cómo se transmite y cómo se puede prevenir.
¿Qué es el Virus del Nilo Occidental?
El Virus del Nilo Occidental (VNO) es un virus de la familia Flaviviridae, la misma familia a la que pertenecen el dengue, el zika y la fiebre amarilla. Aunque la mayoría de las infecciones humanas son asintomáticas o leves, en algunos casos el VNO puede causar enfermedades graves e incluso la muerte.
En concreto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre los síntomas que puede provocar en las personas se encuentran:
- Infecciones leves (80% de los casos): La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas.
- Fiebre del Nilo Occidental (20%): Síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, náuseas y erupción cutánea.
- Enfermedad neuroinvasiva (menos del 1%): Puede provocar encefalitis, meningitis o parálisis flácida aguda, con riesgo de complicaciones graves y potencialmente mortales, especialmente en personas mayores o con sistemas inmunitarios debilitados.
¿Cómo se transmite?
El ciclo natural del VNO involucra principalmente a las aves, que actúan como reservorios del virus, y a los mosquitos, que lo transmiten a otros animales o a las personas. Aunque menos común, la transmisión puede ocurrir a través de transfusiones de sangre, trasplantes de órganos o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Es importante aclarar que el Virus del Nilo Occidental no se transmite de persona a persona por contacto directo.
¿Cómo prevenir el Virus del Nilo Occidental?
La prevención del VNO se centra en evitar las picaduras de mosquitos y reducir la población de estos insectos. Algunas medidas recomendadas incluyen:
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Protección personal:
- Usar repelentes de insectos que contengan DEET, picaridina o IR3535.
- Vestir ropa de manga larga y pantalones en áreas donde se sospecha la presencia del virus.
- Instalar mosquiteros en ventanas y puertas para evitar la entrada de mosquitos.
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Control del hábitat:
- Eliminar el agua estancada en recipientes, neumáticos, macetas y otros objetos donde los mosquitos puedan reproducirse.
- Fomentar la limpieza y desinfección de piscinas y estanques.
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Monitoreo y control público:
- Participar en programas de vigilancia vectorial para detectar y controlar poblaciones de mosquitos.
- Informar a las autoridades sanitarias locales sobre la presencia de aves muertas, ya que pueden ser indicadores de la circulación del virus.
Aunque se está investigando, actualmente no existe ninguna vacuna autorizada frente al VNO para uso en humanos. No obstante, sí existen vacunas disponibles para uso en équidos (caballos, mulas, burros, ec.) que pueden usarse en determinados contextos.
Consecuencias del Virus del Nilo Occidental
El impacto del VNO puede variar dependiendo de la región y de la capacidad del sistema de salud para detectar y manejar los casos. En áreas afectadas, la enfermedad puede tener consecuencias graves:
- Impacto en la salud pública: Encefalitis y meningitis causadas por el VNO pueden provocar secuelas neurológicas a largo plazo en los pacientes que sobreviven a las formas graves de la enfermedad.
- Efectos en la economía local: Los brotes pueden afectar actividades agrícolas, el turismo y aumentar los costes sanitarios debido al manejo de pacientes.
- Consecuencias en la fauna silvestre: La mortalidad en aves y caballos puede ser alta durante brotes, alterando ecosistemas locales.
El aumento de casos de infección por el Virus del Nilo Occidental nos recuerda los importantes riesgos asociados con enfermedades zoonóticas y del impacto de factores como el cambio climático, que puede favorecer la expansión de los vectores responsables, así como una razón más para abordar la salud desde la perspectiva One Health (Una Salud), que contempla la salud humana, animal y medioambiental.