Cada invierno los hospitales se llenan de pacientes con infecciones respiratorias. Desde un simple resfriado hasta la peligrosa neumonía, estas enfermedades afectan a millones de personas cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire contribuye a más de siete millones de muertes anuales y un tercio de las enfermedades infecciosas emergentes están relacionadas con factores ambientales.
En este artículo, hablamos sobre qué son las enfermedades respiratorias, qué tipos existen y qué medidas pueden prevenirlas de manera eficaz.
Qué son las enfermedades respiratorias
Las enfermedades respiratorias afectan el aparato respiratorio, incluyendo las vías respiratorias, los pulmones y los bronquios. Se dividen en enfermedades agudas, de corta duración, generalmente de origen infeccioso; y enfermedades crónicas, de evolución prolongada, que requieren tratamiento continuo.
Su impacto en la salud es significativo, afectando desde la calidad de vida hasta la mortalidad en poblaciones vulnerables.
Tipos de enfermedades respiratorias
Enfermedades infecciosas
Las infecciones respiratorias son una de las principales causas de consulta médica y hospitalización. Algunas de las más frecuentes incluyen:
- Gripe y resfriado común: virus altamente contagiosos con picos en invierno. La gripe puede causar complicaciones graves en personas mayores y con enfermedades crónicas.
- COVID-19: aunque su impacto ha disminuido, sigue representando un riesgo para poblaciones vulnerables y requiere vacunación periódica.
- Neumonía: puede ser viral, bacteriana o fúngica, y es la principal causa de muerte infecciosa en niños menores de cinco años.
- Tuberculosis: aún es un problema de salud pública, especialmente en países en vías de desarrollo.
- Virus Respiratorio Sincitial (VRS): afecta principalmente a bebés y es la principal causa de bronquiolitis en menores de un año. En España, la inmunización con anticuerpos monoclonales ha logrado reducir significativamente las hospitalizaciones.
Enfermedades crónicas
Algunas enfermedades respiratorias no tienen cura, pero pueden controlarse con tratamiento:
- Asma: inflamación crónica de las vías respiratorias que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
- EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica): afecta a más de 400 millones de personas y está fuertemente vinculada al tabaquismo.
- Fibrosis pulmonar: provoca cicatrización progresiva del tejido pulmonar, dificultando la respiración.
El medioambiente y la salud respiratoria
Los factores ambientales contribuyen al desarrollo y agravamiento de enfermedades respiratorias:
- Contaminación del aire: responsable de más de siete millones de muertes anuales.
- Cambio climático: favorece la propagación de enfermedades infecciosas emergentes y agrava las alergias respiratorias.
- Deforestación: está relacionada con el aumento de brotes de enfermedades respiratorias emergentes.
Cómo prevenir las enfermedades respiratorias
Entre las medidas generales que podemos llevar a cabo para evitar el contagio de enfermedades respiratorias, cabe destacar el lavado de manos con frecuencia, el uso de mascarillas en lugares cerrados con alta concentración de personas y la ventilación de los espacios cerrados.
Asimismo, las vacunas han demostrado ser una de las herramientas más eficaces para reducir la mortalidad por enfermedades respiratorias:
- Gripe: disminuye el riesgo de hospitalización y complicaciones en personas vulnerables.
- COVID-19: los refuerzos anuales siguen siendo recomendados para determinados grupos.
- Neumococo y meningococo: esenciales en niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
- Inmunización frente al VRS: España ha alcanzado una cobertura superior al 80 % en su primer año, logrando reducir la incidencia de hospitalizaciones en lactantes.
Las enfermedades respiratorias afectan a millones de personas cada año, pero su impacto puede reducirse significativamente con prevención. La vacunación, la reducción de la contaminación ambiental y la adopción de hábitos saludables son claves para disminuir la carga de estas enfermedades en la población.
Invertir en salud respiratoria no sólo protege a quienes tienen mayor riesgo de complicaciones, sino que también reduce el impacto sobre los sistemas sanitarios y mejora la calidad de vida de la población.
