Vacunarse contra la gripe: beneficios que van mucho más allá de evitar infecciones
Vacunarse frente a la gripe o la COVID-19 este otoño no solo es una medida eficaz para prevenir infecciones respiratorias. Los estudios científicos más recientes confirman que esta protección estacional también ofrece beneficios significativos sobre la salud cardiovascular, especialmente en adultos mayores y personas con factores de riesgo.
Desde el Instituto Balmis de Vacunas, recordamos que la gripe no es una infección leve, y que inmunizarse frente a los virus respiratorios es una de las formas más eficaces de reducir no solo complicaciones médicas, sino también hospitalizaciones y muertes por causas asociadas.
Un escudo más allá de la infección
Las vacunas antigripales y antineumocócicas actúan como un refuerzo del sistema inmunitario, pero también como un factor de protección indirecta frente a enfermedades cardiovasculares y neurológicas. Algunas evidencias destacadas:
- Reducción del 35 % en el riesgo de accidentes cardiovasculares en los 12 meses posteriores a la vacunación antigripal.
- Reducción del 18 % en el riesgo de mortalidad general en pacientes con hipertensión.
- Disminución del riesgo de ictus isquémico entre un 12 y un 16 %.
- Reducción del 82 % en la mortalidad por COVID-19 en personas con insuficiencia cardíaca.
Por el contrario, las infecciones por gripe, neumococo o coronavirus aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares graves y fallos multiorgánicos en pacientes vulnerables.
La gripe, un riesgo real
Cada año, la gripe causa en España cerca de 30.000 hospitalizaciones, más de 2.000 ingresos en UCI y al menos 1.600 muertes. Aunque existe la percepción de que es una enfermedad leve, los datos confirman lo contrario. Y en la infancia, la situación también es preocupante: más del 80 % de los menores de cinco años hospitalizados por gripe eran previamente sanos.
En estos casos, la vacunación cumple una doble función: proteger a los menores y reducir la circulación del virus en la comunidad.
Una cultura de prevención a largo plazo
Desde el Instituto Balmis promovemos una visión integral de la inmunización como un hábito de vida saludable, al igual que el ejercicio físico, la alimentación equilibrada o el abandono del tabaco. De hecho, los beneficios cardiovasculares de la vacunación antigripal son comparables a dejar de fumar, según algunas estimaciones clínicas.
Esta temporada, es prioritario reforzar la vacunación en los siguientes grupos:
- Personas mayores de 60 años
- Mayores de 70 (también frente a COVID-19)
- Personas con enfermedades crónicas o inmunodepresión
- Embarazadas
- Niños de 6 a 59 meses
- Profesionales sanitarios
Recordamos que, en muchos de estos colectivos, las coberturas actuales siguen siendo bajas. Por ejemplo, menos del 40 % del personal sanitario se vacunó frente a la gripe en la última campaña, cuando el objetivo mínimo es del 75 %.
Conclusión
Las vacunas frente a infecciones respiratorias no solo previenen el contagio, también salvan vidas reduciendo complicaciones cardiovasculares, neurológicas y respiratorias graves. Vacunarse este otoño no es una opción secundaria, es una acción directa para proteger la salud propia y colectiva.
Consultar el calendario vacunal, acudir a los puntos de inmunización públicos y seguir las recomendaciones sanitarias son pasos sencillos pero fundamentales.
La vacuna más grande es el conocimiento.